Estafa mundial con criptomonedas descubierta Mallorca
Detención en España
Guardia Civil ha detenido en Mallorca a un presunto miembro de una dudosa organización, acusado de organizar una estafa internacional con inversiones en inexistentes criptomonedas. La organización habría estafado más de 100 millones de euros a más de 3.000 personas en todo el mundo, con un centenar de víctimas en España.
Operación Mandoa: ¿Qué investigó la Guardia Civil?
El lunes, la Guardia Civil anunció que había llevado a cabo la operación Mandoa en el País Vasco y Baleares. La organización investigada habría transferido dinero fraudulento a Azerbaiyán, Georgia, Ucrania, Rusia e Israel. Estos países eran los destinos finales de los fondos ilícitos.
El plan de captación de inversores: Cómo atrajo la organización a clientes potenciales
La investigación se inició después de que residentes descontentos de la provincia de Álava presentaran una denuncia alegando que habían sido víctimas de un esquema fraudulento relacionado con inversiones en criptomoneda. En la denuncia también se afirmaba que una empresa con sede en Palma había recibido inversiones que luego se enviaban a países fuera de la Unión Europea.
Una falsa sensación de legitimidad: Cómo una organización fraudulenta creó una apariencia de legitimidad
La Guardia Civil pudo confirmar que los miembros de la organización utilizaban agresivas estrategias de marketing para captar potenciales clientes. Entre ellas, la inserción de anuncios en páginas web y periódicos destacados, la realización de llamadas telefónicas no solicitadas y el envío de mensajes SMS. La organización prometía a sus potenciales clientes elevados beneficios sin riesgo alguno.
Promesas de grandes beneficios: ¿Qué prometía la organización a sus clientes potenciales?
Una vez que las víctimas aceptaban invertir entre 250 y 1.000 euros en estas criptomonedas falsas, la organización les proporcionaba acceso a un sitio web que mostraba gráficos falsos para crear una falsa sensación de legitimidad e inspirar confianza a las víctimas. Los inversores recibían llamadas constantes de los intermediarios fraudulentos de la organización, que informaban a las víctimas de sus beneficios ficticios y les animaban a seguir invirtiendo.
Conclusión.
Sin embargo, cuando los inversores intentaban retirar sus inversiones o beneficios, los intermediarios fraudulentos exigían más dinero con falsos pretextos, como impuestos o balances anuales.